
Como describir con palabras lo henchido de orgullo que está uno tó el día con cada pequeño gesto de sus retoños.
Frente a este mundo inmundo y esta Naturaleza inclemente y este Dios que no para de enviarme descendencia, no sé que hice yo como palo para ser acreedor de mis maravillosas astillas.
joé Osantonio, no esperamos menos de ti.... el blog este era imprescindible pa tu vida y la de tu gran familia. Esto solo es una prueba asin que si sale bien ya diré más cosas
ResponderEliminar