En Alemania, la conservadora Angela Merkel ha hecho un plan para aumentar el uso de la bicicleta (Ver noticia).
El alcalde de Londres, conservador, va en bicicleta a trabajar. Ver noticia.
En cambio en Andalucía, nuestros políticos conservadores no paran de cagarla con la bicicleta.
Antonio Burgos decía en 2006 "Con las pocas bicicletas que hay, mas barato nos habría salido ponerle a cada ciclista un chófer".
Hace unas semanas el presidente del PP Gaditano no tenía reparos en afirmar que la inversión en carriles-bici le parecía "tan incomprensible como construir aeropuertos sin pasajeros". La comparación no puede ser más desafortunada. Ver noticia.
Por desgracia, observo como el increíble aumento del uso de la bicicleta en Sevilla no se vive por muchos sectores con satisfacción, sino al revés; ven a los ciclistas como un estorbo. Los poderes públicos no deben fomentar esa rivalidad que a veces se vive entre ciclistas, peatones y vehículos a motor, sino fomentar de verdad la educación vial, que es realmente nuestro verdadero problema. No es cuestión de ciclistas contra coches o peatones. Lo que hay son buenos y malos conductores, con independencia del vehículo que usen, y si queremos más seguridad hay que mejorar la educación vial por encima de todo.
Espero que el nuevo candidato a dirigir el PP de Andalucía tenga mejor visión con la bicicleta.